Los proyectos tecnológicos emergentes no deben mezclarse con el trabajo diario de las empresas

A medida que un mayor número de compañías exploran potenciales oportunidades en torno a tecnologías como blockchain e Internet de las Cosas (IoT) abundan los debates sobre la mejor forma de alimentar esas ideas y, finalmente, incorporarlas en el negocio. Sin embargo, los interrogantes que se plantean los CIO y otros líderes de negocios es cómo distribuir el dinero en sus carteras tecnológicas.

Las nuevas tecnologías suelen ser más riesgosas que otros proyectos ya que existe incertidumbre sobre su valía a futuro. En este escenario, las incubadoras cobran especial importancia ya que los equipos comerciales experimentan y a veces fallan en el desarrollo de ideas exitosas.

Varios CIO de compañías y líderes de negocio discutieron esta semana sobre estos aspectos, en un simposio organizado por La Escuela de Administración y Dirección de Empresas Sloan del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Durante las exposiciones surgieron algunas coincidencias.

Los equipos de innovación deben disponer de recursos independientes dedicados a estos proyectos, dado que en innumerables ocasiones se deben repensar las investigaciones, lo cual lleva un tiempo diferente en el día a día de las compañías, indicó Sean Belka, vicepresidente senior y director de Fidelity Center for Applied Technology.

Por su parte, Michael Nilles, director digital para Schindler Group, indicó que la innovación no pasa tanto por la tecnología sino por el cambio en los modelos de negocio, según recogió The Wall Street Journal. El ejecutivo indicó que los espacios de las incubadoras deben estar protegidos desde el principio del proyecto, caso contrario los retos operativos impedirán innovar a un ritmo veloz.

De todas formas, no hay recetas únicas. Para acelerar tiempos, algunas compañías han abierto laboratorios de innovación en Silicon Valley y así tener acceso al talento desde un inicio. Otras han abrazado la idea de una TI bimodal, es decir, con equipos separados para innovación y operaciones diarias.