Los “vivos” siempre salen ganando, ¿hasta cuándo?

El crecimiento exponencial del tráfico de datos en Internet supone un reto para la sostenibilidad de la inversión en las redes europeas, al tiempo que da lugar a externalidades negativas adicionales en términos de consumo de energía y emisiones de carbono.

Las empresas de telecomunicaciones están asumiendo solas la inversión necesaria para hacer frente a la creciente demanda de tráfico, financiando la ampliación de la capacidad y la cobertura de la red exclusivamente con los ingresos procedentes de la conectividad de banda ancha y otros servicios prestados a los clientes finales. Mientras, las plataformas de contenidos digitales, conocidas como OTTs (Over-The-Top), que actualmente no compensan a los operadores de redes por el coste de entregar el tráfico a los clientes finales, tienen un modelo de negocio en el que los beneficios aumentan al entregar más tráfico. Esta situación refuerza aún más el patrón de crecimiento del tráfico de Internet y la creciente presión sobre las inversiones en redes.Estancamiento del uso de voz versus aumento del tráfico de datosGráfico 1: Evolución del crecimiento del tráfico de voz y datos en Europa Fuente: Axon (2022), “Europe’s internet ecosystem: socio-economic benefits of a fairer balance between tech giants and telecom operators”, a partir de datos de ETNO y CISCO.

¿No deberían los mayores generadores de tráfico contribuir equitativamente al coste de entrega de su tráfico a los clientes finales? ¿Cuál es el coste real de la distribución del tráfico? ¿Y cuál sería el impacto de este enfoque y cómo podría aplicarse?

Los informes de Frontier Economics y Axon arrojan luz sobre estas cuestiones tan apremiantes. El primero calcula el coste económico de la distribución del tráfico OTT en las redes de telecomunicaciones europeas. El segundo analiza el impacto socioeconómico derivado de que los OTT asuman una parte de esos costes y cómo podrían aplicarse.

Crecimiento exponencial del tráfico de datos en las redes de telecomunicaciones

El ancho de banda de Internet aumentó un 30% anualmente en 2020 y 2021, y esta tendencia se mantendrá en los próximos años. El streaming de vídeo, las redes sociales y los juegos representan más del 70% del tráfico de Internet, y solo seis empresas generan más del 56% del tráfico total de Internet.

Ver más: Álvarez-Pallete: “La tecnología es una fuente de poder para quien la controla”

Los operadores de telecomunicaciones europeos han invertido 500.000 millones de euros en los últimos diez años para garantizar que las redes puedan soportar este crecimiento del tráfico. Pero es necesario seguir invirtiendo para garantizar que los ciudadanos de la UE puedan participar en la sociedad digital sin restricciones. José María Álvarez-Pallete, CEO y presidente de Telefónica, junto con sus homólogos de Deutsche Telekom, Orange y Vodafone, piden que las plataformas digitales OTT compartan la carga de forma justa y proporcional a su uso de las redes de telecomunicaciones.Reparto del tráfico de datos entre serviciosGráfico 2: Cuota de tráfico mundial de diferentes servicios/plataformas OTT, 2021 Fuente: Axon (2022), “Europe’s internet ecosystem: socio-economic benefits of a fairer balance between tech giants and telecom operators”, a partir de datos de Sandvine.

Los costes del tráfico y el impacto socioeconómico de una contribución más justa

El nuevo estudio de Frontier ha calculado el coste de la distribución del tráfico OTT en las redes europeas. El análisis de Frontier ─basado en los datos de costes, tráfico y redes facilitados a la consultora por Deutsche Telekom, Orange, Telefónica y Vodafone─ ha determinado un coste anual que oscila entre los 36.000 y los 40.000 millones de euros para las redes europeas siguiendo un modelo de distribución de costes totales, y entre los 15.000 y los 28.000 millones de euros siguiendo un modelo de distribución de costes incrementales.

El informe de Axon comienza analizando el marco de relación entre los operadores de telecomunicaciones europeos y los mayores OTT. Dada la asimetría del poder de negociación y el desequilibrio del marco regulatorio, los operadores de red no pueden negociar con los OTTs recibir un pago justo por entregar el tráfico de los OTTs a los clientes finales.

Según el diagnóstico de Axon, la explosión del tráfico de datos junto con las enormes necesidades de inversión para ampliar la capacidad y la cobertura de las redes 5G y de fibra, en un contexto de caída de los ingresos de las telecomunicaciones y de falta de pagos de los OTT para cubrir sus costes de tráfico, se traduce en una desventaja masiva para el sector de las telecomunicaciones europeo.

Como resultado, el sector europeo de las telecomunicaciones se encuentra en una posición financieramente más débil, lo que perjudica su capacidad de inversión en redes de fibra y 5G. Este modelo pone en riesgo la estrategia de expansión de 5G y FTTH para alcanzar los objetivos marcados por la propia Comisión Europea para la Europa Digital 2030. Además, al no haber ningún coste directo de tráfico en las redes de telecomunicaciones, no hay ninguna disciplina en el precio para que los OTT generen tráfico de manera más eficiente. Por lo tanto, no hay suficientes motivaciones para controlar y reducir el consumo de energía relacionado con el tráfico y las emisiones de CO₂ para limitar la huella de carbono, con lo que la protección del clima sale perdiendo.

“El suministro de tráfico OTT a través de las redes de telecomunicaciones europeas supone un coste anual de entre 36.000 y 40.000 millones de euros para los proveedores de telecomunicaciones. La contribución de los OTT para cubrir este coste no solo aseguraría la capacidad de las redes para hacer frente a la creciente demanda, sino que también tendría un impacto socioeconómico positivo al fortalecer el crecimiento del PIB y la creación de empleo de la UE y avanzar en la consecución de los objetivos del acuerdo verde de la UE”.

Teniendo en cuenta los resultados del informe de Frontier sobre el coste del tráfico inducido por las OTT, Axon analiza el impacto socioeconómico de que las OTT paguen a los operadores de redes europeos por entregar su tráfico a los clientes finales en tres escenarios alternativos: pagos anuales de 10.000 millones de euros, 20.000 millones de euros y 30.000 millones de euros.

El impacto de la expansión acelerada de las redes gracias a los pagos de los OTTs por valor de 20.000 millones de euros tendría un efecto multiplicador en la economía europea, impulsando la producción económica (PIB) en solo cuatro años en hasta 72.000 millones de euros y creando 840.000 nuevos puestos de trabajo. Este despliegue más rápido de las redes también acelerará la migración del tráfico a redes 5G y de fibra más eficientes desde el punto de vista energético, permitiendo una reducción del 28% del consumo de energía y del 94% de la huella de carbono para el sector en 2025.

En busca de una solución: la obligación de negociar un acuerdo

Pero la cuestión relevante sigue siendo cómo garantizar un marco en el que los operadores de telecomunicaciones europeos reciban de los grandes OTT un pago justo por el uso de sus redes para entregar el tráfico a los clientes finales. Esta idea está relacionada con la petición de la Comisión Europea de que todos los actores del mercado hagan una “contribución justa y proporcionada” al coste de la infraestructura.

Axon considera diferentes opciones de regulación, entre ellas un mecanismo de compensación indirecta a través de un fondo especial o una forma de fiscalidad digital. Sin embargo, la consultora estima que la solución más adecuada es la imposición de una obligación clara para los mayores OTT de negociar la celebración de un acuerdo directo con las telecos si así lo solicitan, y de aceptar pagar una contribución justa y proporcionada a los costes de uso de la red. Axon también aborda al establecimiento de mecanismos de arbitraje en caso de que no se llegue a un acuerdo en las negociaciones.

Ha llegado el momento de que Europa ─la Comisión de la UE, el Parlamento y los Estados miembros─ empiece a trabajar en la definición y aplicación de una solución europea, que no solo garantice la sostenibilidad y la calidad a largo plazo de las redes europeas, sino que también impulse la economía digital fomentando la consecución de la doble transición digital y ecológica.

Este sería el paso más importante para poder conseguir realmente los objetivos marcados por la propia Comisión Europea y su Brújula Digital 2030,  imprescindible para todos los ciudadanos y empresas europeas  mucho antes de que finalice esta década.