Más del 60% de la población en Latinoamérica no está bancarizada

(Latinoamérica) La banca móvil es un negocio que está recorriendo el mundo en los últimos años, incluso en América Latina, si bien en esta región aún hay un segmento muy amplio de la población que aún no está bancarizado (aproximadamente el 60%, según un informe del Banco Mundial “Global Findex”).

En la actualidad, los bancos tienen en m-banking una herramienta muy útil para incrementar sus servicios financieros e incluso llegar a ese sector que aún no es un usuario habitual de la banca. De esta manera, pueden utilizar un modelo que esté destinado a los usuarios tradicionales de estas entidades, el que se sumaría a los servicios que usan frecuentemente, y además un modelo que esté dirigido a ese sector que todavía no está bancarizado, con servicios para necesidades específicas.

Desde hace un tiempo, los bancos, en alianza con las empresas de tarjetas de crédito y los operadores, están brindando nuevas ofertas móviles. Un ejemplo claro fue el lanzamiento en toda América Latina de la billetera móvil Wanda, la que nació a partir del joint venture entre Movistar (empresa del grupo de Telefónica) y Mastercard.

Hay datos que dejan en claro el camino en ascenso de los servicios de banca móvil. Recientemente la firma Pyramid Research señaló en uno de sus estudios que para finales de este año, Latinoamérica tendrá aproximadamente 49 millones de usuarios de m-Banking, superando así muy ampliamente los 18 millones que se registraron en el 2011. Pero esto es solo el comienzo: se espera que para el 2015, haya 140 millones de usuarios de estos servicios.

En el caso de algunos países puntualmente, la Asociación de Bancos de México (ABM) informó que allí ya hay más de 1 millón de usuarios conectados a la banca móvil. Mientras que en Colombia, la Superintendencia Financiera indicó que en los últimos dos años, se duplicó la cantidad de operaciones monetarias realizadas a través de teléfonos móviles. En este país, para la segunda mitad del 2009 había 878.000 de este tipo de transacciones, y al finalizar el 2011, estas operaciones rondaban los 1,6 millones.

Lo que se busca a través de este servicio es lograr un canal eficiente, activo y que permitan agilizar la experiencia del usuario, a la vez que incremente el crecimiento de los negocios de las empresas que intervienen, a costos más reducidos.

El aumento de este tipo de transacciones significará no solo que los actuales clientes bancarios puedan tener un canal más para realizar sus operaciones, sino también que gran parte de ese sector que aún no está incluido en la bancarización pueda tener una herramienta que le permita ser parte de este sistema.