Microsoft: datos abiertos para evitar una concentración de poder digital

Microsoft ha pedido a gobiernos y empresas de todo el mundo que compartan más datos con otras organizaciones para prevenir una concentración de poder digital en las manos de EEUU, China y un pequeño número de gigantes tecnológicos.

El martes, la compañía ofreció su pleno respaldo al movimiento de los “datos abiertos”, que defiende que los datos estén disponibles para que otros los compartan y reutilicen, consiguiendo una transformación similar a la que el software de código abierto ha permitido en la producción de códigos informáticos.

Microsoft explicó que colaboraría con otras organizaciones para abrir el acceso a parte de sus datos, y que crearía herramientas estandarizadas y marcos legales para facilitar que otros sigan sus pasos.

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Brad Smith, el presidente de Microsoft, aseguró que era necesario compartir más datos para contrarrestar la creciente influencia de grandes empresas que están acaparando grandes cuotas de los datos recopilados en Internet. Smith añadió que la tecnología de inteligencia artificial ponía mucho más en juego, ya que ésta depende del uso de grandes cantidades de datos para programar algoritmos. “Apreciamos una creciente división en los datos”, explica el ejecutivo en una entrevista a Financial Times, y los países y empresas que tienen menos acceso a datos corren peligro de quedarse atrás.

El propio negocio de Microsoft se beneficiaría de una mayor reutilización de los datos, lo que hace que su campaña sea algo más que altruista. Mientras que algunas de sus operaciones, como la red profesional LinkedIn y el buscador Bing dependen de la recopilación de datos, su principal negocio consiste en proporcionar plataformas informáticas a otras organizaciones -algo que la beneficiaría si sus clientes pudieran acceder a más datos-.

Smith reconoció que el llamamiento de Microsoft beneficiaba a sus propios “intereses económicos y comerciales”, pero explicó que el negocio de gestión de plataformas tecnológicas de la compañía implicaba que podría “alinearse con el interés público” al hacer los datos más abiertos. “No tratamos de criticar a las compañías que tienen un modelo de negocio distinto”, aseguró. “No intentamos nacionalizar sus datos, no intentamos minar el valor de los datos. Pero cada compañía tiene necesidades de datos distintas“.

Los grupos sin ánimo de lucro que trabajan con Microsoft en algunas de sus primeras iniciativas de datos abiertos señalaron que el paso de la compañía podría suponer un punto de inflexión para el movimiento de los datos abiertos. “Si una de las grandes tecnológicas afirma que los datos abiertos son importantes, está enviando una señal clara a otros que poseen datos-especialmente a los gobiernos-, explicó Stefaan Verhulst, cofundador de GovLab en la Universidad de Nueva York, que fomenta un uso más eficaz de la tecnología por parte del gobierno y colabora con Microsoft.

Jeni Tennison, la consejera delegada del Open Data Institute, que también trabaja con Microsoft, explicó que la compañía estaba adoptando los datos abiertos en el “núcleo” de su negocio. Eso lo hacía más trascendente que los proyectos puntuales filantrópicos de intercambio de datos que habían anunciado otras empresas, apuntó.

La compañía de software explicó que pretendía colaborar con organizaciones externas en 20 proyectos de datos abiertos a finales de 2022. En el primero, ha hecho públicos una serie de datos con detalles de acceso a la banda ancha en EEUU, algo que aseguró que resultaría valioso durante los confinamientos por la crisis del coronavirus.

Tennison explicó que Microsoft poseía datos que serían valiosos para los investigadores si se abriesen en el futuro. Estos incluían datos agregados de LinkedIn que podrían dar pistas sobre la demanda de distintas destrezas, así como los datos que la compañía recopila en su campus y en otras oficinas, que podrían ser valiosos en la investigación del cambio climático.

Jennifer Yokoyama, la principal asesora de propiedad intelectual de Microsoft, explicó que la compañía estaba tratando de desarrollar “un manual de buenas prácticas y recursos” que podrían utilizar otras compañías que quieran abrir sus datos, y “pruebas de concepto para demostrar cómo podemos abrir los datos mejor para solucionar desafíos clave para la sociedad”.