Microsoft y Google, suben de nuevo al ring

Desde hace tiempo Microsoft y Google son rivales ya que ambas trabajan en campos que son comunes a ambas. Pero lo más interesante hoy en día es el punto de intersección donde ambas son rivales: el aprendizaje automático (‘machine learning’), el internet de las cosas, la inteligencia artificial y la computación en la nube (‘cloud computing’).

Sundar Pichai, CEO de Google; y Satya Nadella, CEO de Microsoft, insistieron en sus respectivas conferencias de prensa que el objetivo de sus empresas era evolucionar hacia empresas mucho más centradas en la inteligencia artificial. Google pasará de ser ‘mobile first’, de centrarse en dispositivos móviles; a hacerlo en cómo usar la inteligencia artificial para mejorar y cambiar todos sus servicios. Microsoft, por su parte, quiere que las máquinas entiendan cómo interactuamos con ellas para que realicen cambios en una fotografía o vídeo sin casi nuestra intervención, como es el caso de Story Remix, uno de los programas presentados en la Build 2017; y que se encuadra dentro de los Microsoft Cognitive Services.

Ambas empresas tienen asistentes propios para avanzar en estos campos, Cortana en el caso de Microsoft y Assistant en el caso de Google. Y en los dos casos, se trata de una interfaz muy compleja que depende de la voz y no de la escritura ni, en ocasiones, de lo que se ve en pantalla para ofrecer información a los usuarios. Aquí es cierto que la competencia es muy feroz, con Apple y Siri o Amazon y Alexa; pero parece que Google y Microsoft son las únicas dispuestas a que sus asistentes funcionen en el mayor número de dispositivos posibles. El Asistente llegará al iPhone muy pronto, y Cortana ya funciona en los teléfonos tanto de Apple como con Android, aunque con usos más bien limitados.

El otro gran punto de conflicto es el de  la realidad aumentada y virtual, y todo lo que queda entre ellas que empieza a denominarse “realidad mixta”. En este terreno, HoloLens, el casco de realidad aumentada de Microsoft, es un dispositivo caro, con unas prestaciones muy avanzadas y conectado a Windows 10. Google, por su parte, tiene Daydream, unas gafas mucho más accesibles, pensadas para usarlas en el celular, con una potencia mucho más limitada y pensadas para la realidad virtual. Cada una por su lado busca apoyarse en otras comapñías para seguir creciendo. Microsoft ya ha anunciado su colaboración con varios fabricantes, como Acer o HP, para desarrollar dispositivos de realidad virtual para Windows 10. Todas las demostraciones de  HoloLens han sido asombrosas. En cambio, Daydream no deja de estar por debajo de Oculus Rift o HTC Vive y en paralelo con el Gear VR de Samsung, que llevan años en el mercado.

Otro tema en el que se generan roces es el espacio a ganar en la nube. Aunque Amazon cuente con la infraestructura de servidores que más cantidad de empresas y servicios utilizan, eso no parece preocupar a Microsoft, que ha doblado su apuesta por Azure, en gran medida, para tener un soporte potente para esos nuevos servicios potenciados por inteligencia artificial. Nadella sacó músculo en su conferencia de prensa en este ámbito. Office 365 lo emplean más de 500 millones de usuarios, mientras que otros 100 millones emplean su herramienta de trabajo colaborativo. En cuanto a Azure, su nube se emplea en un 90% de las empresas de la lista de Fortune 500. No está nada mal, pero está lejos de rivalizar con Google, que es el rey de los servicios digitales y que también tiene un conjunto de programas para ofimática muy fuerte, en parte gracias al uso que los estudiantes hacen de los Chromebook en las universidades de EEUU.

Google y Microsoft tienen muchas peleas por delante antes de que una de las dos logre salir vencedora.