Mirando hacia el futuro de las tecnologías de aprendizaje

Por: Sarah Danzl, Directora Global de Comunicación en Degreed

En un año absolutamente desafiante, las tecnologías de aprendizaje y la educación pasaron a un primer plano como una manera de ayudar a mantener el aprendizaje y el upskilling activos en las escuelas, universidades y negocios. A pesar de la pandemia y los desafíos económicos y sociales consecuentes, la necesidad de aprendizaje continuo no desapareció. Para el 2022, más de la mitad de los trabajadores necesitarán hacer reskilling o upskilling significativos, por ejemplo. En todo caso, se aceleró la urgencia por aprender nuevas habilidades y por desarrollar las existentes. La adopción de la tecnología digital se adelantó cinco años, lo que causó cambios masivos en las habilidades.

El mundo puede haberse detenido, pero el aprendizaje, en última instancia, tuvo que continuar, desde mantener a los estudiantes comprometidos y desarrollando habilidades para sus carreras futuras, hasta proporcionar capacitaciones esenciales en nuevas medidas de salud públicas y requisitos de distanciamiento social. Durante abril de 2020, las escuelas de 190 países cerraron lo que generó que 1600 millones de estudiantes pasaran al aprendizaje online.

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Mientras tanto, a medida que sectores enteros, como el de turismo y hotelería, se veían afectados, se desarrollaron nuevos productos y servicios para satisfacer las necesidades cambiantes y garantizar la supervivencia de las empresas. De nuevo, el upskilling en estas nuevas ofertas fue vital. Como resultado, el 85% de los equipos de Aprendizaje y Desarrollo hicieron que sus programas de aprendizaje estén online. A un nivel individual, los trabajadores con licencia recurrieron al upskilling como una forma de seguir siendo competitivos en el mercado laboral. Seis de cada diez trabajadores  considera que la pandemia aumentó la necesidad de adquirir nuevas habilidades.

Inversión en el sector

Las empresas de aprendizaje y de tecnologías de aprendizaje estaban bien situadas para ayudar a alcanzar los desafíos creados por el cambio repentino a la educación en casa y al trabajo a distancia. No es extraño, por lo tanto, que el crecimiento de este sector, junto con la financiación y la asociación, haya aumentado exponencialmente durante la crisis. El sector de tecnologías de aprendizaje fue el más financiado en 2020 con inversores atraídos por el fuerte crecimiento de las audiencias, las oportunidades del mercado y un aumento promedio del 50% al 100% de los ingresos mensuales.

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Ha habido acuerdos en casi todo el mundo y en todo el espectro de la educación. Desde la ronda de financiación de Degreed hasta la plataforma china de tecnología de aprendizaje Yuanfudao, que obtuvo USD $2200 millones de financiación. Las empresas emergentes también se beneficiaron del mayor interés de los inversores. Transfr VR, una empresa emergente de aprendizaje inmerso recaudó USD $12 millones en una financiación de Serie A, mientras que la empresa de cursos sabáticos Learn In recaudó USD $3.5 millones en el momento álgido del primer cierre mundial.

Las empresas de capital riesgo también están entrando en acción y Owl Ventures (el mayor fondo de capital riesgo en tecnologías de aprendizaje) cerró USD $585 millones en dos nuevos fondos. Sobre la inversión y el rendimiento de las tecnologías de aprendizaje en su conjunto en 2020, Ian Chiu, director general de Owl Ventures, explicó: “Estamos comprobando que las empresas de nuestra cartera con sede en los EE. UU., China, Europa y la India son elementos fundamentales para la misión de aprendizaje continuo. Las consultas entrantes, el crecimiento y el compromiso de los usuarios y las canalizaciones de los clientes se han disparado de forma increíble en toda nuestra cartera con el aprovechamiento de nuestras plataformas a nivel mundial”.

Mirando hacia el futuro

El desarrollo de las tecnologías de aprendizaje y de la educación no hará más que continuar a medida que avanzamos el 2021. Los próximos meses y años estarán marcados por un cambio y una volatilidad sin precedentes. No solo mientras las escuelas y las empresas se recuperan de la pandemia, sino también mientras lidian con tecnologías entrantes como la automatización, la inteligencia artificial y el Internet de las cosas (IoT). La vida media de las habilidades está disminuyendo con rapidez, por lo que el valor del aprendizaje continuo crecerá exponencialmente, y gran parte de esto será impulsado por soluciones de aprendizaje innovadoras. El volumen de las inversiones de 2020 habla de esto, lo que muestra la gran confianza de los inversores en la actualidad.

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A medida que avancemos, será clave mantenernos al tanto de todas las innovaciones en el ámbito de las tecnologías de aprendizaje. Hay una proliferación de los estilos de aprendizaje en los que pueden participar las personas, desde VR y el aprendizaje online de tamaño reducido, hasta la capacitación dirigida por instructores y docentes. El énfasis ahora debe estar en registrar todas las formas de aprendizaje, tanto formal como en el aula, hasta el aprendizaje más informal, como resolver tareas desafiantes, leer blogs y escuchar podcasts. Esto dará un resumen consistente de todas las habilidades que los estudiantes y trabajadores están desarrollando, así como también un indicador de las áreas en las que deberían enfocarse para asegurar el futuro de sus profesiones.

El tiempo dirá qué soluciones tecnológicas permanecerán a largo plazo. Aquellas que sean intuitivas para usar, que aumenten el valor del día escolar y laboral y que ofrezcan una experiencia sin dificultades liderarán el mercado. Igualmente, un enfoque en la tecnología que esté alineado con los objetivos de la organización (ya sea lograr ciertos resultados como una universidad o aumentar los ingresos o las acciones del mercado para una empresa) garantizará que la inversión en las tecnologías de aprendizaje marque una diferencia tangible en los resultados finales.

El último año fue un año diferente a todos y provocó transformaciones significativas para los líderes de la educación y de Aprendizaje y Desarrollo. Al mirar hacia el futuro, es hora de tomar las lecciones aprendidas y de utilizarlas para el bien del sector. Para continuar desarrollando las experiencias de crecimiento y evolucionar el aprendizaje en algo que funcione para todas las personas, organizaciones y que pueda resistir la crisis.