Musk no logra tranquilizar a los inversores

Elon Musk, CEO de Twitter y Tesla, parecería encontrarse en una espiral descendente al la cual no le ve el punto final. Los inversores de ambas compañías ya no creen en su palabra, lo que lo lleva a tomar decisiones inentendibles.

El pinchazo bursátil de Tesla adquiere dimensiones cada vez más dramáticas. El desplome alcanza ya el 70% con la sucesión de nuevos récords negativos en su cotización y en medio de una “espiral de ventas” en sus acciones.

La cotización de Tesla no logra frenar su desplome. Al cierre de ayer se hundió otro 11,4%. En las 16 últimas jornadas únicamente ha cerrado al alza en dos ocasiones, y de las 14 caídas restantes, cinco han superado el umbral del 5%.

La capitalización bursátil de la empresa se ha reducido en más de 700.000 millones de dólares en 2022, de 1 billón a 350.000 millones, por los problemas de producción y las ventas masivas de acciones de su principal accionista. Elon Musk ha vendido títulos por valor de 44.000 millones.

La promesa de Elon Musk de no vender más acciones de Tesla no logra calmar a los inversores

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“Si Musk vende otros mil millones de dólares en acciones en un futuro próximo, y eso ejerce una presión a la baja sobre el precio de las acciones de Tesla, los inversores podrían tener una demanda decente por fraude de valores”, dijo Howard Fischer, ex abogado de la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (Securities and Exchange Commission – SEC).

Las normas de la SEC exigen que las empresas públicas y sus directivos divulguen información precisa que pueda ser importante para los inversores a través de canales a los que éstos tengan acceso y puedan hacer seguimiento.

“Musk parece sacudido, prometiendo no vender más acciones y flotando la idea de la recompra de acciones. Los vendedores en corto están firmemente en control, y hay muchas dudas por parte de los minoristas para comprar esta caída”, dijo Edward Moya, analista senior de mercado de OANDA.

La compañía planea ejecutar un programa de producción reducida en su planta de Shanghái en enero, extendiendo hasta el próximo año la disminución de sus operaciones que comenzó este mes, según documentación a la que accedió Reuters en exclusiva.

Tesla operará con una producción reducida durante 17 días, entre el 3 y el 19 de enero, y detendrá la elaboración de vehículos del 20 al 31 de enero durante un descanso prolongado por el Año Nuevo chino, según el plan. La empresa que dirige Musk no especificó la razón de la desaceleración de la producción en su plan y  tampoco realizó comentarios al respecto.