Nuevo avance contra el calentamiento global

El 15 de octubre se cerró una nueva negociación entre 197 países en la cual se llegó a un acuerdo para reducir las emisiones de refrigerantes químicos que contribuyen al calentamiento global. La reunión realizada en las Naciones Unidas en Kigali, Ruanda, decidió reducir las emisiones previstas en hasta un 88% en el transcurso del siglo XXI.

“Es un gran acuerdo para el futuro climático,”dijo Guus Velders, un científico atmosférico del Instituto Nacional de Salud Pública y Medioambiente de Bilthoven, de los Países Bajos.

El pacto representa la mayor expansión del protocolo de Montreal del 1987, el cual tenía la intención de detener la destrucción de la capa protectora de ozono de la Tierra. El tratado frenó satisfactoriamente el uso de químicos depletores de la misma como ser refrigerantes y otros procesos industriales, pero muchos de sus reemplazos – conocidos como hidrofluorcarbonos (HFCs)- son potentes productores de gases que provocan efecto invernadero. Los gobiernos deben ahora usar el acuerdo de Montreal para promover una nueva generación de químicos que sean seguros tanto para el clima como para la capa de ozono.

Los HFCs cntribuyen a una pequeña pero creciente porción de las emisiones de gases que generan efecto invernadero. Los científicos proyectan que los HFCs contribuirán al aumento de 0.5 ºC de temperatura para el fin del siglo si no se los controla. Los cálculos de Velders sugieren que la contribución de los países podría reducir hasta un 0.06 ºC , si se adhieren a la agenda acordada en el acuerdo de Kigali.

El pacto llega en medio de una intensa actividad internacional para hacer frente al cambio climático.  el 6 de octubre, la OrganizaciónInternacional Civil de Aviación de las Naciones Unidas llegaron a un acuerdo de enlentelacer el crecimiento de las emisiones de gases de la aviación internacional. Un día antes, la Unión Europea, empujó al mundo a través de un umbral crítico al unirse al acuerdo sobre el clima de París 2015, asegurando que el pacto entre en vigor este año.

Los defensores del acuerdo del HFCs dicen que es gran logro. El acuerdo de la aviación fue muy criticado por ser muy débil, el acuerdo de París todavía no pudo ser testeado para corroborar su efectividad, el cual se considera que es una colección de promesas voluntariosas. Sin embargo, el acuerdo de Montreal, ya probó una enorme efectividad en promocionar y difundir tecnologías amigables con el medio ambiente a través del mundo.

“estamos completamente confiados que este acuerdo es muy viable,” dijo Durwod Zaelke, presidente del Instituto para la Gobernabilidad y el Desarrollo Sostenible, un estudio de abogados con base en Washington DC, Estados Unidos.

Una diferencia importante es que la industria química es capaz de desarrollar alternativas viables a los químicos en cuestión. Los países desarrollados son los primeros en adoptar estas alternativas, luego de lo cual ellos deberán solventar el cambio en los países en desarrollo para que adopten estas alternativas. Gran parte del debate en Kigali estuvo centrado en cuanto tiempo les llevará a los países en desarrollo hacer esta transición.

A pesar de que Estados Unidos y otros países en desarrollo impulsaron la rápida implementación, el tratado final relajó los tiempos para los países como India y otro en desarrollo. Esto deja trabajo por delante, pero el protocolo de Montreal tiene un historial de elección de target inicial y reacomodamiento de los requerimientos a través del tiempo mejorando las tecnologías y bajando los costos, dice Zaelke.

El debate comenzó seriamente en 2009 pero avanzó lentamente, en parte debido a la resistencia de muchos países en desarrollo y en parte debido a temas políticos. Hasta ahora, los HFCs habían caído bajo la exclusiva jurisdicción del tratado climatológico de las Naciones Unidas. Este retraso ha frustrado a muchos científicos y ambientalistas quienes sintieron que el protocolo de Montreal era ideal para hacer frente a estos productos químicos generados.

“Es una tesis doctoral sobre por qué y cómo se necesitaron siete años para llegar aquí,” dijo David Fahey, un científico atmosférico de la Administración Nacional Oceánica y de Medio Ambiente de Estados Unidos, en Boulder, Colorado, y copresidente de un panel de evaluación científica en el marco del Protocolo de Montreal