Nuevo marcador en sangre materna predice complicaciones del parto

Una proteína encontrada en la sangre maternal puede ser usada para desarrollar tests que determinen la salud fetal y permita toar decisiones tempranas en la elección del momento de poner fin a la gestación, de acuerdo a un estudio realizado en la Universidad Reina María de Londres, Inglaterra (QMUL).

Tests realizados en ratas y en un grupo reducido de mujeres encontraron que bajos niveles de un marcador sanguíneo conocido como DLK1 es un buen predictor de retraso de crecimiento fetal y de complicaciones del embarazo, pudiendo ser usado como un método no invasivo de diagnóstico prenatal.

La investigadora principal del estudio, Dra Marika Charalambous de QMUL dijo:” hasta el momento hay muy pocas maneras de predecir cuándo un embarazo puede evolucionar mal y cuál es la razón del retardo de crecimiento intrauterino, si es por mala nutrición mientras está dentro del útero materno o cual es pequeño simplemente porque está diseñado genéticamente para serlo.”

“Es de fundamental importancia comenzar a desarrollar tests que puedan darle al obstetra información de cómo se desarrolla el embarazo antes del parto, para que de esta manera él pueda intervenir antes de que las complicaciones lleguen a un punto crítico.

La medición de los niveles de DLK1 en sangre materna puede ser una manera eficaz y no invasiva de predecir cuales pueden llegar a ser complicaciones, especialmente aquellas que pueden poner en riesgo el crecimiento fetal por mal nutrición del mismo. Llegado el caso, en esas circunstancias, es necesario provocar el parto lo antes posible, pudiendo la madre optar por una cesárea temprana.”

DLK1 es una proteína que se encuentra en sangre materna en alta concentración durante el embarazo normal, tanto en humanos como en roedores.

El estudio fue publicado por Nature Genetics, inicialmente en ratones bloqueando el gen primero en el feto y luego en la madre, y luego midiendo los niveles de DLK1 maternos para determinar su origen. Los investigadores descubrieron que la proteína es originada por el embrión. Esto significa que la determinación del dosaje de la misma en sangre fetal nos da una lectura directa del estado biológico del feto.

El equipo luego estudió como la proteína DLK1 afecta el metabolismo del ratón gestante. Cuando una persona deja de comer durante 24 horas comienza un proceso denominado “cetosis”, en el cual está basada la dieta de Atkins, que trae como resultado la quema de grasa de los depósitos para generar energía para que el cuerpo pueda seguir funcionando.

Cuando la proteína DLK1 es inactivada durante la gestación en la rata, el cese de la alimentación de la misma no permite iniciar el proceso de cetosis. Esto indica la importancia de la DLK1 en proveer energía al feto y en su crecimiento, por lo que los niveles de DLK1 en la madre resulta ser un buen predictor del grado de OFFSPRING.

Con la ayuda de POPs de la Universidad de Cambridge (Pregnancy outcome prediction study- un estudio de predicción en embarazo), los investigadores estudiaron 129 madres primerizas, midiendo los niveles sanguíneos de DLK1 en sangre y guardaron los registros de la evolución de esos embarazos. Encontraron que bajos niveles de DLK1 estaba asociados con un retarde de crecimiento fetal resultado de complicaciones de la gesta, incluido el bajo flujo sanguíneo a través del cordón umbilical.

Los investigadores refieren que deberán realizarse más estudios clínicos en humanos para determinar el potencial de la proteína DLK1 en el diagnóstico prenatal.