O3b Networks brindará comunicación sin límites para Brasil

(Brasil) En alianza con el proveedor local Ozonio Telecomunicaciones, la operadora internacional O3b Networks llevó adelante en Manaus, Brasil, el lanzamiento de un proyecto de banda ancha vía satélite que permitirá el acceso a zonas con condiciones geográficas dificultosas.

El acuerdo permitirá a Ozonio ofrecer servicios de Internet y telecomunicaciones a los clientes corporativos y agencias de gobierno local en muchos municipios remotos en el estado brasileño de Amazonas. Estos recursos están sujetos al lanzamiento de los satélites no-geoestacionarios (NGSO) de la constelación O3b y la consiguiente concesión de derechos de terreno por parte de Brasil.

TyN conversó con Erwin Mercado, VP Latin America and Caribbean de O3b Networks, durante Futurecom Brasil, quien había adelantado que la companía lanzaría hoy en Manaos el proyecto para cubrir el Amazonas y que además continurá por otros países de Latinoamérica. “O3b puede hacer posible que millones de personas de más de 150 países emergentes entren en el mundo digital y se conecten, a bajo coste y alta velocidad con el resto del mundo. El sueño del Internet global".

Los satélites de banda ancha serán localizados a 8.000 kilómetros de altura y girarán a una velocidad mayor que los satélites estacionarios que se encuentran a 35.000 kilómetros, lo que influye en la calidad y la velocidad del tráfico de datos y voz.

Esta iniciativa forma parte de una red de tecnología avanzada y de envergadura mundial que ofrecerá cobertura de banda ancha a unos 3.000 millones de personas, y que ha sido bautizada como O3b Networks (Other 3 billion -otros 3.000 millones-, la mitad de la población mundial). El proyecto para conseguir Internet global se basa en el lanzamiento de una constelación de satélites en órbita ecuatorial que llevarán la señal desde Nicaragua hasta Nueva Zelanda, pasando por Brasil, Nigeria, Siria, Etiopía o India.

Los primeros ocho artefactos se lanzarán en 2013. Una sucesión de antenas activas irá atrapando la señal de un satélite a otro y una red de telepuertos instalados en distintos puntos del planeta permitirá bajar esas señales a distintas zonas del planeta. Después serán los operadores de telecomunicaciones locales los que redistribuirán la señal a los usuarios, un proceso que se llevará a cabo, en la mayoría de los casos, mediante redes inalámbricas.

Con un presupuesto de 1.200 millones de dólares, O3b está impulsado por la Sociedad Europea de Satélites (SES), que aporta un 30% de la inversión; Google, el banco SHBC y Liberty Global, entre otros.