OpenAI, Microsoft y las ventajas competitivas

Por: Enrique Dans

En el año 2019, Microsoft llevó a cabo una inversión de mil millones de dólares en la división for profit de OpenAI, llamada OpenAI LP y dependiente de la organización sin ánimo de lucro OpenAI Inc., creada originalmente en diciembre de 2015 por Sam Altman, Elon Musk, Reid Hoffman, Peter Thiel, Amazon Web Services y otros inversores, que habían aportado entre todos otros mil millones de dólares para trabajar en el desarrollo de machine learning para propósitos constructivos y en código abierto. Elon Musk se retiró posteriormente del consejo y se quedó en la compañía simplemente como eventual donante de fondos, sin participación activa en su gestión.

La inversión de Microsoft se dividió entre una pequeña parte en metálico y otra en bonos de uso de Azure, suficientes como para que la compañía haya vivido en la nube de Microsoft sin prácticamente pagar alquiler hasta ahora (a pesar de su apertura al público y de la bajada del precio de su API, que incrementaron fuertemente su actividad), en lugar de hacerlo en la de Amazon, que estaba en el comité fundacional de su matriz cuando se creó en 2015. Esta forma de inversión, muy utilizada por Microsoft con startups prometedoras, permite a la compañía reducir su exposición financiera pero poder tener una gran cantidad de información sobre la compañía y, si lo estima oportuno, tener la opción de incrementar su participación en ella.

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Según las condiciones del acuerdo, Microsoft podría ahora obtener derechos sobre el 75% de los beneficios generados por OpenAI LP hasta que haya logrado recuperar su inversión, y posteriormente quedarse con un 49% de la compañía, con otro 49% repartido entre otros posibles inversores y un 2% en manos de la matriz sin ánimo de lucro, OpenAI, Inc. La compañía prevé obtener doscientos millones en facturación este año 2023, y llegar a los mil millones en 2024.

Ahora, Microsoft está planteándose que posiblemente aquel billón de dólares fue una de sus mejores inversiones, y renovar su confianza invirtiendo diez mil millones más en OpenAI, ya con una valoración de $29,000 millones que la convertirían en una de las startups más valiosas del momento, y con la idea de incorporar las prestaciones de GPT3 y posteriores versiones a productos como su motor de búsqueda Bing, pero también a su proceso de textos Word o a su gestor de correo, Outlook, dotándolos así de asistentes de redacción potencialmente muy útiles.

¿Podría obtener Microsoft una ventaja competitiva gracias a incorporar este tipo de asistente de machine learning a sus productos? Quienes han probado, por ejemplo, la extensión de ChatGPT creada para Chrome afirman que la posibilidad de que un motor de búsqueda responda a tus preguntas con un texto redactado puede ser en muchos casos muy interesante, y que podría significar un cambio importante en la forma en que concebimos nuestra interacción con la web, que podría significar una amenaza para Google.

¿Es posible que la compañía que en su momento afirmó que su ventaja estaba en que su inteligencia artificial fuese más inteligente que la de sus competidores se vea ahora adelantada por la derecha, mientras sigue sin incorporar a sus productos su creación supuestamente comparable, LaMDA? ¿Puede una aplicación relativamente limitada del machine learning como son los large language models convertirse en una fuente de ventaja competitiva interesante para Microsoft?