¿Por qué DeepSeek ha sacudido la IA en Estados Unidos?

(EEUU) La amenaza de un modelo de IA de bajo coste procedente de China y la reciente afluencia de financiación propuesta están agitando el sector estadounidense.

Los gigantes tecnológicos estadounidenses se han visto paralizados esta semana tras el lanzamiento del modelo de IA de la empresa china DeepSeek, que amenaza con revolucionar la industria tal y como la conocemos.

De hecho, Estados Unidos había mostrado cierta arrogancia en lo que respecta a la IA, con potencias como Microsoft y Meta Platforms anunciando importantes planes de inversión a principios de 2025. Esta confianza se vio reforzada la semana pasada por el presidente Donald Trump, tras presentar el consorcio Stargate, en el que Oracle, OpenAI y SoftBank Group se comprometieron a invertir cerca de 500.000 millones de dólares en infraestructura de IA durante los próximos cuatro años.

Ante esta abundancia de financiación, y además el impacto de DeepSeek, que aparentemente se ha creado con una fracción del coste que sus rivales han gastado en modelos competidores, Mobile World Live (MWL) ha consultado a analistas del sector para conocer qué significa todo esto para el panorama de la IA en Estados Unidos.

El lunes (27 de enero), la bolsa tecnológica Nasdaq cayó más de un 3%, mientras que el gigante de los chips Nvidia vio desplomarse sus acciones casi un 17% debido al lanzamiento de la aplicación DeepSeek-R1, que ese mismo día fue la más descargada para iPhone en Estados Unidos.

DeepSeek asegura que ha dedicado dos meses y unos 5,6 millones de dólares a construir un modelo de IA utilizando los chips H800 menos avanzados de Nvidia.

Roy Chua, fundador y analista principal de la firma de investigación AvidThink, explica a MWL que el modelo DeepSeekV3, en el que se basa R-1, se entrenó con solo 2.000 chips Nvidia H800.

Señala que si se comparan los 2,7 millones de horas GPU de DeepSeek en GPUs Nvidia H800 frente al modelo Llama 3.1 de Meta Platforms con 30,8 millones de horas GPU usando los H100 más avanzados de Nvidia (con restricciones de exportación), “el resultado es impresionante”.

“Algunos analistas han expresado escepticismo y señalan que DeepSeek tiene acceso a decenas de miles de GPUs más potentes, aunque no está confirmado”, añadió.

Chua destacó que DeepSeek, respaldada por el fondo de inversión chino High-Flyer, lanza sus modelos bajo la licencia MIT sin restricciones, a diferencia de los modelos de código abierto Llama de Meta Platforms que impiden a sus competidores utilizarlo sin licencia.

Scott Raynovich, fundador y analista principal de la empresa de investigación Futuriom, explicó a MWL que DeepSeek está causando ansiedad “porque está llevando a la gente a cuestionarse si estamos pagando de más por la infraestructura de IA y si estamos a punto de entrar en una fase de rápida reducción de costes y mercantilización”.

“Este temor puede ser un poco prematuro, pero es probable que los costes de la infraestructura de IA se reduzcan con el tiempo”, explicó Raynovich. “Eso será bueno para la adopción empresarial”.

Restricciones de exportación a China

Chua afirma que el éxito de los modelos de bajo coste de DeepSeek demuestra que las estrictas leyes estadounidenses de exportación contra China no están funcionando, que la innovación puede prosperar bajo restricciones y que las empresas chinas son adaptables, lo último también demostrado por el continuo crecimiento de Huawei.

“Creo que Estados Unidos sigue a la cabeza, pero la brecha entre Estados Unidos y Occidente y China se está cerrando rápidamente”.

Matt Walker, analista jefe de MTN Consulting, señala que la competencia entre Estados Unidos y China es la principal motivación detrás del anuncio de financiación de Stargate.

“China ha demostrado que está dispuesta a destinar enormes sumas de dinero a iniciativas de I+D que le den ventaja sobre otros países, pero el gobierno chino puede controlar su sector privado”, explicó.

Añadió que ambos partidos políticos estadounidenses han sido demasiado blandos en sus políticas con China durante décadas porque “los intereses comerciales han pesado más que todo lo demás”.

Financiación de la IA

Tanto Chua como Raynovich estiman que los fondos necesarios para desarrollar la IA y la infraestructura circundante en Estados Unidos ascienden a billones de dólares.

“Todos estamos intentando averiguar cuánto dinero hay que gastar en infraestructura de IA y cómo la adoptarán las empresas”, afirmó Raynovich.

“Actualmente sabemos que se gastarán un billón de dólares o más en esta infraestructura. Lo que no sabemos es cuánta demanda empresarial se creará a partir de esta inversión o cuán rentable será”.

De hecho, el consorcio Stargate de Trump podría ayudar significativamente a alcanzar ese objetivo.

Chua señaló que Trump, el CEO de SoftBank Masayoshi Son, el CEO de OpenAI Sam Altman y el presidente ejecutivo de Oracle Larry Ellison “tienden a pintar a grandes rasgos, dejando los detalles para más adelante”.

Además de las enormes inversiones, Chua señaló que la IA necesita resolver un problema energético, que podría dar al traste con algunos de los compromisos previos de sostenibilidad de las empresas.

Los gigantes tecnológicos también necesitan demostrar que la tecnología seguirá escalando y que “otras empresas de software pueden empaquetar esa tecnología en servicios y productos consumibles”.

“Hasta ahora, vamos un poco retrasados en la materialización de valor y nos impulsa más el deseo de ganar la carrera armamentística, pero eso no durará”.

Walker afirmó que la posible inversión de 500.000 millones de dólares de Stargate es “en su mayoría grandes empresas privadas invirtiendo lo que ya habrían invertido”, aunque con ayuda subvencionada del gobierno.

“Una buena parte de las promesas nunca se materializará, pero el gobierno estadounidense podría desempeñar un papel útil en estimular un desarrollo más rápido de los recursos energéticos renovables, que es uno de los impedimentos para avanzar en la IA”, señaló Walker.

Trump ha declarado que la aparición de DeepSeek debería servir como una “llamada de atención” para las empresas tecnológicas estadounidenses.

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