¿Por qué el 84% de las iniciativas de transformación digital fracasan?
Por: Chris Colbert, Chairman of the Board Fintech Americas
Los últimos años pusieron de relieve la necesidad urgente de llevar a cabo una digitalización acelerada en todo el mundo y América Latina no fue la excepción a este fenómeno. El trabajo remoto, los canales digitales, la transformación de la infraestructura, la innovación de productos, crypto y el metaverso obligaron a las organizaciones de toda la región a revolucionar la manera de hacer negocios o quedarse atrás. Muchas personas dieron un paso al frente para enfrentar este desafío y lo consiguieron: en el sector privado, la implementación digital que los ejecutivos pensaron que llevaría años, se logró en semanas o incluso días, al mismo tiempo que se aceleraba la adopción digital de los clientes.
IDC, la empresa líder de inteligencia de mercado mundial ha pronosticado que el gasto mundial en transformación digital alcanzará la asombrosa cifra de 6,8 billones a nivel global en 2023. Y también sorprendentemente, la mayor parte de las instituciones que invierten en ella, está representada por bancos que no están alcanzando el ROI esperado. De hecho, de acuerdo a Forbes, el 84% de las iniciativas de transformación digital fracasan.
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Una institución no puede cambiar si las personas no están dispuestas a hacerlo
La revista CIO menciona 12 factores que pueden obstaculizar la transformación digital y 9 de ellos corresponden a factores humanos. Para Chris Colbert (Chairman of the Board, Fintech Americas), la resistencia al cambio es la más relevante: la transformación digital es adaptación y lamentablemente, es algo para lo que muchas personas e instituciones no están preparadas.
El camino desde la transformación a la adaptación
Se ha hablado mucho de transformación digital pero de lo que en definitiva se trata es de un proceso de adaptación, una adaptación perpetua que debe incluir a personas que también lo sean. Las instituciones normalmente reclutan talento por sus habilidades técnicas y responsabilidades, aunque hacer que los comportamientos sean un componente obligatorio de la descripción de cada puesto de trabajo y un área de interés en cada evaluación del rendimiento, será sin duda un buen punto de partida para producir un cambio positivo.