¿Qué grado de responsabilidad tienen los operadores en el incremento de hackeos?
La tecnología 5G está en el umbral de una adopción generalizada. Los consumidores y las organizaciones están entusiasmados con los beneficios operativos de una conectividad móvil más robusta, pero el cambio a las redes 5G no está exento de riesgos. Los proveedores de servicios y los fabricantes de dispositivos habilitados para 5G tienen roles críticos que desempeñar en el éxito y la sostenibilidad de este despliegue de redes inalámbricas.
Sin embargo, debido a las vulnerabilidades innatas del software, el ecosistema de aplicaciones 5G podría representar un grave riesgo de seguridad, no solo para los individuos sino también para la nación. Por ejemplo, la superficie de ataque de una red es el total de puntos de acceso que pueden ser explotados por un hacker. Los sistemas dinámicos basados en software de 5G tienen muchos más puntos de enrutamiento de tráfico que los diseños centralizados basados en hardware y hub-and-spoke actuales que tiene 4G. Múltiples puntos de entrada no regulados a la red pueden permitir a los hackers acceder al seguimiento de ubicación e incluso a la recepción celular para usuarios registrados.
Una de las principales preocupaciones es que los sistemas dinámicos basados en software de la 5G tienen muchos más puntos de enrutamiento de tráfico que los diseños centralizados basados en hardware y hub-and-spoke actuales que tiene 4G. Esto significa que hay más puntos de entrada para los ciberdelincuentes, lo que aumenta el riesgo de ciberataques.
Además, el aumento en el uso de dispositivos conectados a través del Internet de las cosas (IoT) también aumenta el riesgo de ciberataques. Los dispositivos IoT pueden ser vulnerables a ataques y pueden ser utilizados como puntos de entrada para acceder a redes más grandes.
Responsabilidad de los operadores
Las empresas de telecomunicaciones tienen una responsabilidad importante en la ciberseguridad de sus usuarios. Por ejemplo, Telefónica, una empresa de telecomunicaciones, afirma que la ciberseguridad es uno de los aspectos de mayor importancia estratégica y uno de los principales riesgos sistémicos a los que se enfrenta la sociedad. En Telefónica están invirtiendo en reforzar la resiliencia de las infraestructuras digitales, así como en las soluciones que ofrecen a sus clientes. También están trabajando para fomentar la confianza y promover la digitalización de nuestras sociedades y economías.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que las empresas de telecomunicaciones no tienen responsabilidad sobre el diseño o manejo de las aplicaciones de terceros y no pueden tener control de las funcionalidades que dichas aplicaciones brindan en materia de ciberseguridad.
Responsabilidad de los gobiernos
Los gobiernos tienen un papel importante en la protección de sus ciudadanos contra los ciberataques. Según un informe de McKinsey, más de 100 gobiernos han desarrollado estrategias nacionales de defensa cibernética para combatir los riesgos de ciberseguridad que enfrentan sus ciudadanos, empresas e infraestructura crítica. El informe identifica cinco elementos comunes de estrategias nacionales exitosas: una agencia nacional de ciberseguridad dedicada, un programa nacional de protección de infraestructura crítica, un plan nacional de respuesta y recuperación ante incidentes, una estrategia nacional de concienciación y educación en ciberseguridad y una estrategia nacional de colaboración público-privada.
Los gobiernos también pueden mejorar su ciberseguridad adoptando soluciones que se alejen del modelo de secreto compartido y sean fáciles de usar para los consumidores y empleados. Esto puede incluir el uso de autenticación multifactor, la implementación de medidas para prevenir el phishing y otros ataques, y la promoción de prácticas seguras entre los usuarios.
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