Redes: SDN y NFV demuestran la necesidad de contar con alianzas integrales y prácticas

A medida que la transición hacia las redes definidas por software continúa, me he percatado de una conversación que se repite en muchas salas de conferencia a lo largo de la región y, de hecho, de todo el mundo. “Estamos muy entusiasmados con este proyecto y los beneficios que traerá; pero, ¿cómo lograremos llevarlo a cabo?”

El creciente interés en la adopción de soluciones basadas en software es algo real y ha sido bien documentado. De hecho, la consultora IDC proyecta que el mercado mundial de redes definidas por software (por sus siglas en inglés, software-defined networking), el cual abarca la infraestructura física de red, el software para la virtualización y control, las aplicaciones SDN, así como los servicios profesionales, registrará un crecimiento con una tasa compuesta anual de 59,9%, durante el periodo comprendido entre 2014 y 2020 y se espera que alcance un valor de mercado cercano a los US$ 12.500 millones de dólares en 2020.

Sin embargo, lo que se discute con menor frecuencia es cómo se implementan estas soluciones en la vida real y el nivel de experiencia que esto requiere. La verdad es que, para hacer esta transición, las organizaciones deberán ver más allá de sus propios equipos y adoptar un abordaje más integral y práctico del ecosistema de la industria.

Considerando como ha cambiado la forma en que se diseña la arquitectura de redes alrededor del mundo, nos enfrentaremos al reto de elevar y mejorar las habilidades profesionales, para lo cual, todas las partes involucradas (integradores de sistemas y proveedores de servicios) deberán participar en el proceso de aprendizaje y en la capacitación. Como nuestro Director de Tecnología, Steve Alexander, recientemente comentó, “no se trata solamente de adoptar nuevas ideas, metodologías y personal, sino también de aprovechar los conocimientos y la cultura de trabajo de aquellos grupos con mayor experiencia, de manera que podamos incluirlos para mejorar y prepararnos para un futuro inminente”.

Ejemplo: la virtualización de funciones de red

Tomemos como referencia una de las aplicaciones más populares de la virtualización de funciones de red, el equipo local del cliente (CPE por sus siglas en inglés), encargado de originar, encaminar o terminar la comunicación. Este caso es un ejemplo actual y representativo de cómo las nuevas arquitecturas han vuelto obsoletos a los métodos tradicionales de trabajar y de pensar. En toda la región, muchos de los servicios administrados de la empresa, o EMS, están al límite de sus posibilidades, presionados por la necesidad de aumentar la velocidad del servicio y reducir los gastos operativos. Ante este reto, la virtualización del CPE es una opción ideal para aquellas compañías que cuentan con muchos clientes demandando este tipo de servicios, quienes buscan un mejor rendimiento y mayores opciones a menores costos para poder generar nuevas fuentes de ingresos en el corto plazo.

Son muchos los pasos que se deben seguir antes de que un operador pueda, por ejemplo, automatizar la instalación de redes VPN de sitio a sitio y poder así conectar diferentes sucursales a la nube, lo que a su vez le permitirá reemplazar el hardware existente de un cliente por funciones de red virtualizadas, las cuales son más flexibles y tienen menor costo. Para lograr esta transición es necesario convertirse en un experto en el uso de OpenStack (una solución de código abierto para computación en la nube, cuyo objetivo es flexibilizar la administración tanto de nubes públicas como privadas de cualquier tamaño) y de nuevos componentes que requieren habilidades que pueden ser difíciles de aprender.

El camino por delante

Para hacerle frente a estos desafíos, algunos de nosotros nos hemos dado cuenta que debemos adoptar una nueva forma de pensar basada en una relación más amplia y cercana con nuestros clientes. Debemos tener una mayor participación en un rango más amplio de actividades relacionadas con la construcción y actualización de redes, desde la fase de consultoría y diseño, hasta la etapa de construcción, integración, administración y transferencia de operaciones de nuevos activos y procesos. En ocasiones, puede ser necesario que tengamos que ir más lejos y colaboremos en la introducción de nuevos servicios al mercado, trabajando en conjunto con el área de marketing del proveedor de servicios. Esto es algo muy distinto a la forma como hemos hecho las cosas hasta el momento, pero puede tratarse de la manera más realista y práctica de cómo debemos trabajar de ahora en adelante.

Si nuestras primeras experiencias son una prueba de lo que debemos esperar, el desarrollo de nuevas habilidades y la adopción de nuevas responsabilidades, tanto para proveedores como operadores, no será nada fácil, sin embargo, no es un reto imposible.