Samsung deberá reinventarse y responder varios interrogantes

(Internacional) La disputa de patentes entre Apple y Samsung reconoció la victoria a la firma de la manzana mordida. De esta manera, el gigante asiático tendrá ahora que validar si puede o no sostenerse en el puesto Nº1 del ranking mundial de fabricantes de celulares.

El desafío de Samsung es enorme: Tras conocerse el veredicto por el cual la firma debe pagar más de 1.000 millones de dólares por infringir patentes de la estadounidense Apple, Samsung cayó un 7,45% en la Bolsa de Seúl, y se espera que la tendencia negativa también se exprese en el Nasdaq.

Las consecuencias económicas inmediatas van más allá del mundo bursátil. Al respecto, hay dudas respecto de la posibilidad de que la firma no pueda distribuir su último y flamante Galaxy S III en los Estados Unidos.

Un dato fundamental es que, con el veredicto, Samsung acaba de ser marcada con el estigma del plagio. La publicidad derivada de este escenario es completamente negativa en el mundo tecnológico, donde la originalidad y la innovación son atributos fundamentales.  

Por otra parte, las consecuencias del juicio también impactarían al consumidor ya que el desarrollo tecnológico se verá trabado. En definitiva, los usuarios tendrán menor número de opciones, menos innovación y precios potencialmente más altos. “La competencia tecnológica en función de la posesión de patentes puede caer en una espiral que limite la innovación”, dicen los expertos.

Los máximos ejecutivos de Samsung tienen ahora uno de los desafíos más importantes de la historia de la compañía. ¿Podrá el fabricante retener a sus inversores? ¿Conseguirá tener la suficiente liquidez para que sus negocios no se vean afectados? ¿Logrará convencer a los consumidores tras este revés judicial para que sigan eligiendo sus productos? Todas estas preguntas tendrán respuesta en el corto plazo.