Santander lanza un bono en la blockchain de Ethereum
- Por staff
- 13/09/2019

Uno de los mayores logros de las tecnologías blockchain es su capacidad de descentralizar la confianza, lo que permite la eliminación de intermediarios en muchos servicios y procesos empresariales. Y eso es lo que ha hecho el Banco Santander. Saltarse a los intermediarios y elegir la blockchain de Ethereum para lanzar un bono de 20 millones de dólares.
En definitiva, lo que hoy ha anunciado el Santander es lo que vienen haciendo algunos de sus clientes desde hace años, que no es otra cosa que saltarse intermediarios como el banco y elegir servicios blockchain para recibir sus nóminas, realizar transferencias, enviar dinero a sus familiares en el extranjero o pagar todo tipo de productos.
El banco español anuncia el lanzamiento de su bono en la blockchain de Ethereum un día después de que Facebook hiciera publica su intención de convertirse en un banco y en un momento tremendamente convulso para la industria financiera, donde por primera vez la criptoeconomía forma parte de la narración de la crisis y donde nadie sabe quién es el competidor.
Desde que Facebook anunciase el pasado mes de junio su intención de lanzar la criptomoneda Libra, el tablero de las finanzas globales se ha tambaleado. Y hasta los Estados y los bancos centrales se han tornado en competidores.
Ahorro de dinero considerable
El Banco Central de China (PBOC) podría poner pronto en circulación su criptomoneda. El presidente del Banco de Inglaterra, Mark Carney, propuso a finales de agosto la creación de una criptomoneda similar a Libra de Facebook capaz de sustituir al dólar estadounidense en las transacciones comerciales y de poner fin a la “negligencia maligna del Sistema Monetario Financiero Internacional”. Carney considera que su propuesta es la más adecuada para crear un sistema alternativo al actual y que acoja y de sentido a “la economía global diversa y multipolar que está surgiendo”.
Binance, la mayor plataforma global de intercambio de criptomonedas, también ha anunciado su proyecto Venus para desarrollar monedas estables regionales vinculadas a monedas fiduciarias. Walmart, el mayor minorista del mundo, también prepara su criptomoneda. Telegram está a punto de lanzar su criptomoneda GRAM y convertirse en una opción de pago real y segura frente a marcas líderes en el mundo, como Visa o MasterCard. Amazon y Google también podrían estar perfilando sus criptomonedas.
Más allá de darse un baño de modernidad y vanguardia, la operación anunciada hoy por el Santander también representa un ahorro considerable de dinero. De hecho, fue la entidad que preside Ana Botín la primera que midió el ahorro que la eliminación de intermediarios tendría para las entidades financieras. Lo hizo en 2015 a través de un informe realizado por InnoVentures, el brazo fintech del banco. El Santander cuantificó entonces en 20.000 millones de dólares anuales el ahorro que la aplicación de las tecnologías blockchain supondría para las entidades bancarias en el año 2022.
El anuncio del Santander coincide en el tiempo con la apertura de la cuenta en Instagram de su presidenta. Botín abrió perfil en la red social propiedad de Facebook el pasado 2 de septiembre. En febrero de 2018 lo hizo en Twitter. En aquella ocasión, Jack Dorsey, cofundador de Twitter dio la bienvenida a la banquera española con un expresivo Welcome!. Cosa que no ha hecho en Instagram su presunto competidor Mark Zuckerberg, enzarzado estos días en sacar adelante la licencia de “banco ligero” en Suiza.
Consciente de que los nuevos consumidores se mueven en entornos digitales y de que sus retos y preocupaciones son determinantes para su negocio, Botín dijo en su primer post: “Estoy aquí para entender mejor lo que interesa y preocupa a los jóvenes. Es importante para mí y para mi trabajo”. Casi al mismo tiempo, la presidenta del Santander aparecía en el programa de Jesús Calleja comprobando en persona los efectos del cambio climático en el sur de Groenlandia.
Espaldarazo para Ethereum
Botín se sumaba así a la oleada de movilizaciones contra el cambio climático liderada por los más jóvenes. Greta Thunberg, de Suecia, tiene 16 años; Anuna De Wever, de Bélgica, 17; Alexandria Villaseñor, de Estados Unidos, 13 años. Además, estudios recientes certifican que nueve de cada diez jóvenes consideran importante trabajar en empresas sostenibles. No hay que olvidar que el cambio climático está socavando el modelo productivo de la economía y la sociedad y que está poniendo en jaque sectores como el automóvil, la energía, la ganadería, la aeronáutica o el textil.
Sin duda, el anuncio del lanzamiento del primer bono con tecnología blockchain representa un espaldarazo para los desarrolladores de Ethereum, ocupados en construir Ethereum 2.0: la evolución más esperada de una blockchain. Banco Santander siempre ha mostrado una clara predilección por la blockchain de la red creada por Vitalik Buterin. Hace justo tres años, el banco tomaba la delantera a sus competidores anunciando la emisión de tokens a través de contratos inteligentes. Esta innovación, según adelantó el banco, permitiría los clientes vincular sus cuentas corrientes con los tokens de la Blockchain de Ethereum.
En su día, John Whelan, actual responsable de Banca de Inversión Digital de la entidad financiera y entonces director de Santander Blockchain Lab, indicó a la firmante de esta información que la tecnología blockchain, pública y privada, había llegado para quedarse. Whelan reconoció entonces que mucha de la innovación que se estaba creando estaba centrada en la comunidad de los desarrolladores de Ethereum.
Lo que parece claro es que el Santander es uno de los grandes bancos que se ha dado cuenta de que, Bitcoin, la madre de todas las blockchains, apuntaba desde sus inicios al corazón del sistema financiero global. Porque, como bien dice Dan Hedl, directivo del exchange Kraken, buena parte del éxito de Bitcoin radica en que nació en un momento de absoluta necesidad. Cuando la confianza desapareció de un mundo basado en la confianza. El mundo no necesitaba una nueva VISA. Necesitaba una alternativa a los bancos.