Se estrella el sueño ruso sobre la superficie lunar

La sonda rusa Luna-25, cuya misión era ser la primera nave espacial en alunizar en el Polo Sur del satélite terrestre, se ha estrellado contra la superficie lunar, según informó este domingo la agencia espacial rusa, Roscosmos.

“La Luna-25 asumió una órbita no prevista y dejó de existir como resultado de la colisión contra la superficie lunar”, señala un comunicado oficial.

El fracaso subraya el declive de la potencia espacial rusa desde los días gloriosos de la Guerra Fría, cuando Moscú fue el primero en lanzar un satélite a la órbita de la Tierra -el Sputnik 1, en 1957- y el cosmonauta soviético Yuri Gagarin se convirtió en el primer hombre en viajar al espacio en 1961.

Roscosmos reconoció que había perdido contacto con la nave el sábado y los intentos de reanudar las comunicaciones habían fracasado.

La agencia, que el sábado informó sobre “una situación de emergencia” cuando los motores impulsaron a la Luna-25 hacia la órbita previa al alunizaje, adelantó que creará una comisión especial para esclarecer las causas del siniestro.

La sonda rusa debía posarse en la superficie de la Luna el 21 de agosto, es decir, dos días antes que la sonda india, que fue lanzada el 14 de julio.

La sonda rusa, que partió el 11 de agosto desde el cosmódromo Vostochni, en el Lejano Oriente ruso, había entrado en órbita este miércoles, tras cinco días y casi diez horas de travesía.

En todo momento Roscosmos informó de que los sistemas de la nave funcionaban con normalidad y, de hecho, envió a la Tierra imágenes de la superficie lunar y detectó el impacto de un micrometeorito, entre otros fenómenos.

La Luna-25, heredera de la soviética Luna-24, la tercera nave espacial en recabar muestras de la superficie lunar en agosto de 1976, esperaba encontrar en el satélite terrestre agua en forma de hielo.

Una nave soviética, la Luna-2, ya fue la primera en posarse sobre dicho satélite en 1959, proeza que EEUU emuló años después con su programa Ranger.

Aunque las misiones a la Luna son muy difíciles, y muchos intentos estadounidenses y soviéticos han fracasado, Moscú no había intentado una misión lunar desde Luna-24 en 1976, cuando el líder comunista Leonidas Brézhnev gobernaba el Kremlin.

Los científicos rusos se han quejado en repetidas ocasiones de que el programa espacial se ha debilitado por culpa de gestores deficientes, ávidos de proyectos vanidosos pero poco realistas, la corrupción y el declive del rigor del sistema educativo científico postsoviético ruso.

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