Te contamos cuál es el nuevo campeón de la economía digital

(Europa) En cuestión de meses, la holandesa Takeaway ha pasado de ser el líder de las plataformas de comida a domicilio en Europa continental a convertirse en el mayor jugador mundial fuera de China por ingresos. En medio, dos operaciones de calado: la compra del líder en Reino Unido Just Eat por 8.000 millones de dólares y la adquisición de la estadounidense Grubhub por 7.300 millones de dólares. Takeaway, que en su OPV de 2016 se valoró en 1.000 millones de euros, ahora tiene una capitalización bursátil de 12.900 millones de euros.

Just Eat Takeaway está en el club de los unicornios europeos con valoraciones por encima de los 10.000 millones de euros junto a empresas como la plataforma de música Spotify, la compañía de pagos Adyen, la también empresa de reparto Delivery Hero (el otro campeón mundial del sector con ADN europeo) o la cibertienda Zalando.

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El nuevo titán de este negocio sirvió el año pasado cerca de 600 millones de pedidos a más de 70 millones de clientes de 25 países, y obtuvo unos ingreso conjuntos de 2.700 millones de euros, por encima de los 2.260 millones al cambio de Uber Eats.

CONCENTRACIÓN

La operación Just Eat Takeaway-GrubHub es la última de un sector marcado por la concentración. Todos los grandes jugadores se han construido mediante adquisiciones en un negocio donde ganar escala es imprescindible para sobrevivir. “En la evolución del sector hemos visto cómo primero se han creado campeones locales, luego campeones regionales y ahora campeones mundiales. Es un movimiento natural que probablemente continuará”, resume Beatriz Romanos, consultora especialista en Food Tech.

Pongamos el caso de Just Eat: creció comprando jugadores locales (como los españoles Sin Delantal y La Nevera Roja) antes de acabar engullido por su rival europeo Takeaway, que construyó así un grupo que ahora ha dado un salto a la liga mundial con la compra de GrubHub. Una operación que, además, permite a la europea frenar las ambiciones de Uber Eats, su gran rival, que también se interesó por la plataforma estadounidense en su batalla por el liderazgo en EEUU.

La concentración seguirá, vaticina Enrique Porta, socio de Consumo y Distribución de KPMG. “El modelo de negocio de cualquier plataforma tecnológica, y éstas no son una excepción, se basa en la escalabilidad; y la concentración empresarial es una vía rápida para ganar la dimensión y la masa crítica necesaria”, dice. Porta recuerda que si no se ofrece una propuesta de valor diferencial, el consumidor “no es proclive a utilizar muchas plataformas diferentes”, lo que alienta ese proceso de concentración, puesto que “no hay espacio y mercado suficiente para muchos jugadores pequeños”. Un menor número de rivales incrementa el valor de los que sobreviven, porque aumentan su poder de negociación y se convierten “en un canal crítico de intermediación y de decisión de compra del consumidor”, dice.

Grandes inversores como SoftBank, Naspers, Rakuten o Amazon han tomado posiciones en este mercado, donde la asignatura pendiente es la rentabilidad. “Estos modelos de negocio precisan volúmenes masivos de transacciones y bases de clientes amplias y activas para alcanzar la rentabilidad”, explica Porta.

RENTABILIDAD

En un negocio en el que se quema mucha caja para ganar clientes vía promociones y márketing, es muy difícil sobrevivir si no se está entre los líderes en cada país. De ahí que muchos jugadores hayan tenido que abandonar mercados: Uber Eats se ha salido de países como India, Egipto o la República Checa; la española Glovo anunció a comienzos de año que dejaba cuatro países; Deliveroo tiró la toalla en Alemania hace casi un año; y Delivery Hero optó por vender su filial germana a su rival Takeaway, entre otros muchos movimientos.

Además del esfuerzo de captación de clientes, las plataformas con flota suman los costes de la logística. “Hablamos de márgenes muy estrechos, por eso cada segundo cuenta en logística para ganar puntos de rentabilidad”, explica Romanos, quien pone de relieve la importancia de la tecnología para ganar eficiencia en las operaciones.

No todos los modelos son iguales. Just Eat, Takeaway y GrubHub nacieron como plataformas que ponían en contacto a restaurantes con servicio a domicilio con el consumidor, un modelo donde al eliminar la logística de la ecuación es más fácil ser rentable. Con el tiempo, han sumado servicio de reparto como Uber Eats o de Deliveroo, aunque supone un porcentaje pequeño de su negocio.

En la presentación a analistas tras la adquisición de GrubHub, Jitse Groen, fundador de Takeaway, ponía el acento en el hecho de que, a diferencia de sus rivales, la compañía ha demostrado su capacidad para ser rentable. Just Eat Takeaway tuvo el año pasado un ebitda ajustado positivo de 234 millones de euros. Por su parte, Grubhub se anotó 168 millones de euros. “Es el único jugador en Estados Unidos con un modelo híbrido rentable”, destacaba el CEO de la plataforma europea. Mientras, Groen señala que Uber Eats registró pérdidas operativas de 1.235 millones de euros, Delivery Hero de 431 millones y Doordash (líder en Estados Unidos) de 405 millones.

NUEVOS ESCENARIOS

Beatriz Romanos cree que la pandemia del coronavirus, que ha impulsado la demanda de la comida a domicilio, puede acelerar un escenario donde el modelo de estos grandes agregadores conviva con otras propuestas de nicho.

En su opinión, la entrada de restaurantes con un ticket medio más alto amplía el público objetivo y abre la puerta a nuevos modelos. “El cliente de estos restaurantes está más dispuesto a asumir el coste del envío, lo que permite al restaurante explorar nuevas vías. Puede optar por el reparto por su cuenta o a través de servicios independientes de estos grandes agregadores. Además, al cobrar el reparto de forma independiente al precio de la comida se gana en transparencia”, dice.