Tecnología y participación ciudadana transforman la seguridad pública

Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Santiago de Chile y con el apoyo de la Fundación Motorola Solutions-, evalúa la situación general de la seguridad en América Latina y destacó que la tecnología y la participación ciudadana están transformando la seguridad pública.

En este informe, se identificó cambios positivos en iniciativas que son resultado de un proceso de modernización e inversión, principalmente en tecnología, combinado con una creciente participación de la comunidad, especialmente en la prevención y alerta oportuna.

La investigación incluyó una primera etapa sobre la situación general de la seguridad pública, y un segundo informe con foco en identificar las prácticas más innovadoras y efectivas implementadas en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá y Perú.

Por ejemplo, en Canoas –Brasil-, la inclusión de cámaras de vigilancia en vía pública y sensores para detección de armas logró reducir casi un 50% la tasa de homicidios en los últimos años.

“Se observa un creciente uso de tecnología para minimizar las consecuencias derivadas de las situaciones de emergencia originadas en desastres naturales, como la falta de suministros básicos, la ansiedad producto de la incertidumbre y la desinformación, facilitando una conexión más rápida con familiares y amigos. En esta línea, se encontró una mayor conciencia acerca del aporte de la tecnología LTE para comunicaciones de emergencia. Algunos países como Panamá, Brasil o Chile ya han definido espectro dedicado para el uso de esta tecnología con foco en protección pública y atención a desastres”, mencionó Lucía Dammert, Profesora Asociada de la Facultad Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile.

El uso creciente de tecnología ha evidenciado la necesidad de contar con mejores sistemas de información y mayor coordinación intra e interinstitucional. También se destacó la importancia de la capacitación de las diferentes fuerzas para capitalizar el uso de nuevas herramientas tecnológicas y recursos, y que la participación de la población resulta más eficiente en la medida en que existan prácticas integradas de gestión y nuevas tecnologías.

Si bien la región se encuentra equipada con una serie de sistemas de alerta temprana, hay oportunidades para avanzar en la disminución de vulnerabilidades. El estudio muestra que un desastre natural genera un 30% más de probabilidades de que aflore un conflicto social violento. Se detectó además que las inundaciones son el tipo de desastre natural que más pérdidas de vidas ocasionó en la región entre 2000 y 2013 (5685) y, en América del Sur, los terremotos son el fenómeno que más pérdidas económicas ocasionó con 31.000 millones de dólares en el mismo período.

Las políticas públicas deben tener flexibilidad para acomodarse a las nuevas dinámicas del delito y a la incorporación de nuevas tecnologías. También se detectó la necesidad de una mayor coordinación de respuesta entre los distintos organismos de seguridad y emergencia. En paralelo, se requiere una mayor inversión en innovaciones tecnológicas a fin de potenciar su uso en materia de seguridad pública. Es necesario un monitoreo y evaluación constante de la ejecución e impacto de estas iniciativas.