Ventajas de invertir en un celular “todo terreno”

La inversión inicial de adquirir un teléfono celular del segmento “todo terreno” o “ultra resistentes”, como los Cat phones, se traduce en el largo plazo en un ahorro de los gastos de mantenimiento debido a la calidad que le permiten un funcionamiento adecudado en ambientes altamente exigencias.

De acuerdo con un estudio realizado por Bullit Group, en asocio con YouGov y CCS Insight, el 59% de las personas consultadas indicaron que prefieren comprar un teléfono nuevo en lugar de incurrir en el alto costo de reparar un dispositivo dañado.

En contraste, el 91% destacó que la compra de un teléfono “todo terreno” disminuyó los costos en el largo plazo; además, el 50% mencionó la reducción de la necesidad de reparaciones y reemplazos como el principal beneficio.

Según explicó Cecilia Poveda, Directora de Mercadeo en Latinoamérica de Bullitt Group –licenciatario y fabricante de los celulares Cat-  los “celulares resistentes son menos susceptibles a daños accidentales ofrecen beneficios de costo total de propiedad durante la vida útil del producto”.

“La reparación de celulares dañados no solo puede ser muy costosa, especialmente a través de los canales oficiales que preservan la garantía, sino que también puede ser muy perjudicial. Es posible que los empleados no puedan hacer su trabajo de manera adecuada y efectiva y pueden tener que estar sin sus celulares durante horas o días si no hay disponibilidad inmediata de intercambio”, indicó Poveda.

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Para la ejecutiva de Bullitt Group existen otros inconvenientes como “llevar o enviar los celulares a los centros de reparación, o de organizar la recogida y el reemplazo. Además de la frustración asociada, la reducción de la productividad representa un costo a menudo subestimado para las empresas que se reduce fácilmente mediante la implementación de dispositivos móviles más resistentes”.

Muchas molestias

La investigación determinó que el 27% de los usuarios habían reportados daños en los teléfonos a pesar de que portaban una carcasa protectora; además, indica que el 54% subestimó el precio que podía alcanzar la reparación de un dispositivo.

“Enviar un teléfono a reparar supone varios días de espera; la alternativa implica una visita en persona a un taller de reparación. La falta de un teléfono móvil puede ser muy perjudicial para la productividad del empleado y deja a las personas desconectadas. Para evitar daños, muchos invierten en carcazas que en realidad ofrecen una protección limitada. Muchos celulares que cuentan con carcasas acaban rompiéndose”, señala el reporte.

Los hallazgos del trabajo de análisis añaden que “el mercado de celulares resistentes está creciendo debido al incremento de empresas y personas que buscan evitar los costos y la interrupción de sus labores ocasionados por la reparación o la sustitución de los celulares dañados”.