Wall Street se deja encandilar por el creador de Ethereum
(FT) En el verano de 2016, un grupo de banqueros centrales de la Reserva Federal estadounidense abandonó su sucursal de Wall Street, cruzó el East River y se dirigió a Bushwick. Su destino era un almacén cubierto de grafitis en Bogart Street, hogar de una pequeña empresa llamada ConsenSys.
Joseph “Joe” Lubin, un programador canadiense de cincuenta y tantos años y fundador del fabricante de software financiero, esperó mientras caminaban por la calle hasta una puerta de entrada descuidada adornada con pegatinas. Los banqueros mejor equipados parecían fuera de lugar en Brooklyn. Lubin se preguntó si ConsenSys debería preocuparse por ellos.
Los funcionarios de la Fed estaban allí para investigar los hechos. ConsenSys se estaba volviendo rápidamente influyente en el mundo de las criptomonedas, y Lubin estaba convirtiendo a su empresa en el primer conglomerado de criptomonedas del mundo, una red de proyectos con fines de lucro vinculados al mayor rival de bitcoin, ethereum .
Como tal, Lubin no solo era un experto en tecnología blockchain , las bases de datos subyacentes a casi todas las criptomonedas, sino también un ferviente defensor de las finanzas descentralizadas.
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David Mills, economista del grupo de la Fed, tenía muchas preguntas para el equipo de ConsenSys. ¿Quién podría acceder a estas nuevas plataformas financieras? ¿Cuán susceptibles eran a la piratería? ¿Cuál fue el papel de los bancos centrales en un mundo financiero como el que imaginaron los impulsores de las criptomonedas? “Fue una conversación muy cálida y reflexiva”, recuerda Lubin, aunque trató de explicar que “la realidad que todos ustedes conocen y en la que operan va a cambiar totalmente de cabeza en unos años”.
El verdadero tema de discusión fue la confianza. La Fed y todos los bancos centrales son los avatares de la confianza a la que el mundo se ha acostumbrado durante los últimos siglos: la gente tiene fe en el sistema financiero porque estas grandes instituciones aparentemente competentes parecen estar a cargo. Los defensores de las criptomonedas como Lubin ofrecen un avatar diferente: quieren que la gente tenga fe en un sistema financiero esencialmente garantizado por un código de computadora que la gente normal pueda inspeccionar. “Es una base de confianza completamente nueva para el mundo”, dice Lubin. “Y una nueva forma de organizarnos”.
En los cinco años transcurridos desde la reunión de Bogart Street, las élites financieras que alguna vez se burlaron de la idea de las criptomonedas han aparecido. La Fed de Nueva York, por ejemplo, está a punto de presentar un nuevo centro de investigación de criptomonedas, poniendo en su órbita algunas de las ideas defendidas por ConsenSys.
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La Fed de Boston ha estado estudiando la viabilidad de construir una versión digital del dólar estadounidense , la moneda de reserva más importante del mundo. Una gran cantidad de bancos centrales, particularmente en Asia, están investigando ideas similares. Y los titanes financieros como JPMorgan han creado su propio dinero digital . Wall Street empieza a bailar con Brooklyn.
Si lo conoció de manera casual, es posible que no adivine que Lubin ha sido fundamental en este cambio. Por un lado, prefiere escuchar, no hablar. Y cuando habla, su entonación aumenta al final de cada oración, haciéndolo sonar extrañamente autocrítico. (La excepción es cuando comienza a discutir sobre ethereum, que los analistas estiman que albergará transacciones por valor de $ 8 billones este año).
Hasta que cumplió los cincuenta, había poco en su carrera que sugiriera que estaba a punto de desempeñar un papel crucial en la respuesta a la pregunta económica más importante de este siglo: ¿las criptomonedas representan una revolución para las finanzas globales o simplemente una evolución natural?
En algún momento del camino, Lubin se convirtió en un hombre al que acudir para los banqueros centrales cripto-curiosos, sin mencionar un supuesto multimillonario en el papel. (En 2018, Forbes lo nombró la segunda persona más rica en cripto, con un valor estimado de $ 1 mil millones a $ 5 mil millones ) . Todo lo cual significa que este canadiense de modales suaves con el perfil sin flash domina cada vez más el área de preparación para el futuro del dinero.
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El año pasado, ConsenSys se reestructuró con una inversión de $ 65 millones de JPMorgan, UBS y Mastercard, y ahora está involucrada en un conjunto de proyectos en proliferación con instituciones financieras y bancos centrales. También está desarrollando nuevas pruebas con empresas no financieras. Artistas como Damien Hirst están comenzando a utilizar la plataforma para vender creaciones digitales únicas con sello de tiempo. Hollywood está buscando hacer lo mismo.
“Estamos ganando mucho dinero”, dice Lubin, lo cual es imposible de verificar en detalle, ya que ConsenSys es privado.
Lubin dice, a modo de explicación, que “nunca hice ethereum ni nada en mi vida por dinero” sino porque “tuve la oportunidad de construir algo profundo que creo que transformará la vida en el planeta durante bastante tiempo”.
“Cuando la gente dice que ethereum no escalará, es bastante ingenuo. Nunca debes decir eso sobre las tecnologías ”, dice, “Basta con mirar Internet”, continúa Lubin. “Hace unas décadas, nadie podía imaginar eso. Pero se amplió para admitir todos los casos de uso económicamente viables. Blockchain hará lo mismo “.
Lubin pregunta: “¿Por qué estoy haciendo esto, en lugar de simplemente pasar el rato en clubes nocturnos? Estamos construyendo un nuevo principio organizativo para el planeta y una nueva base de confianza. ¿No crees que sería bueno para la humanidad? “.
