….y la tecnología dividió al mundo

Por: Enrrique Dans

A la luz de las noticias de esta semana que se termina, y poniéndolas en contexto con los últimos meses, todo indica que el sueño idealista que alguna vez pudo llegar a existir de una red universal sin fronteras para unir al mundo se ha convertido en todo lo contrario, en un mundo cada vez más dividido en torno a dos polos, China y los Estados Unidos, sumidos en una guerra comercial cada vez más encarnizada en la que empezamos a ver también otro tipo de ofensivas que van incluso más allá.

El arresto y posterior libertad bajo fianza en Canadá de la hija del fundador de Huawei, Meng Wanzhou, y la estrambótica intervención de Donald Trump sugiriendo que estaría dispuesto a intercambiar su libertad por mejores condiciones en un tratado comercial con China superan todos los límites de lo convencional en política, y ponen en peligro a cualquier directivo norteamericano con planes de viajar al gigante asiático, en donde ya han sido detenidos dos ciudadanos canadienses en lo que claramente parece una escalada del conflicto.

Las predicciones de Eric Schmidt con respecto a una internet dividida en dos o incluso en tres, una gestionada por China, otra principalmente por los Estados Unidos y otra, posiblemente, por la Unión Europea debido a sus intervenciones en el ámbito legislativo (a pesar de sus notables carencias tecnológicas), parecen marcar claramente el futuro. China evoluciona cada vez más como un ecosistema completamente diferente al resto del mundo, con una Huawei claramente posicionada como clave en el desarrollo de sus infraestructuras y un escenario comercial con sus propios protagonistas, cada vez más fuertes a nivel internacional. China evoluciona para convertirse en un entorno que desde Occidente se percibe como distópico y orwelliano, con un panorama industria plagado de robots – un tercio de los robots industriales adquiridos en el mundo en 2017 fueron instalados en China – y en el que pueden encontrarse desarrollos aún prácticamente inéditos fuera del país: ¿quieres ver logística de comercio electrónico mediante drones? No la busques en Amazon ni en ningún país occidental, búscala en la China rural. ¿Desarrollos de 5G? No tengas dudas sobre en qué país los vas a ver primero.

¿Pueden los Estados Unidos evitar que China se convierta en el dominador de la próxima generación de internet, pasando a jugar un papel similar al que los propios Estados Unidos jugaron en su primera época? Frente a la internet teóricamente libre dominada por los Estados Unidos, en la que casi todo está aparentemente permitido y en la que casi cualquier cosa, por detestable que parezca, puede considerarse con derecho a publicar lo casi lo que quiera (por mucho que sea una idea en creciente revisión no solo por el papel de los gobiernos, sino también por el de las compañías y actores implicados en la web), una internet “limpia y correcta” preconizada por China que intenta eliminar de los ojos de sus ciudadanos todo aquello que pueda considerarse una posible fuente de malas influencias, al tiempo que intentan recopilar todos los datos de uso de toda la población. En un lado, discusiones sobre la tolerancia, sobre lo que debe o no estar permitido y sobre si debemos excluir de la red a los que vulneren determinados principios básicos. En el otro lado, esa discusión ni siquiera existe.

Dos bandos enfrentados en continuas batallas de espionaje en la red, que plantean modelos diferentes, pero que pretenden, cada uno de ellos, expandir su influencia y marcar la agenda de desarrollo de sociedades todo el mundo.

Impresionante panorama. Cuando todo esto estaba empezando, nunca pensamos que nos llevaría a algo así…